Hace mucho tiempo vengo buscando una especialidad odontológica que esté relacionada al
deporte, y aunque no me crean fue bastante difícil. La Odontología deportiva es una especialidad nueva y aún no es mundialmente reconocida ni practicada en muchos países del mundo, lo bueno es que la encontré y aquí estoy aportando mi granito de arena para hacerla conocer y sobre todo crecer.
Esta especialidad para mi tiene un plus, ya que une mis dos pasiones, la odontología con el deporte.
La misma ayuda a los atletas a mejorar y potenciar su desempeño, tratando y previniendo enfermedades y lesiones del sistema estomatognático, o sea que estudia y trata todo el efecto que genera a la salud el estado de la boca y los dientes en un atleta. Creo que sí puedo aportar algo para engrandecer el deporte y además evitar que un atleta sea expuesto a riesgos (en cierta medida innecesarios) con mi ayuda ya sería un GRAN LOGRO.
Hablando con la gente lo primero que siempre me preguntan es si realmente existe la odontología deportiva como especialidad, y a medida que les cuento sus fundamentos y en que consiste, la mayoría de las personas quedan maravilladas. Si hablamos en términos generales, la “odontología deportiva” existe hace muchos años, pero no como una especialidad como tal, sino que surgía para resolver problemas en casos extremos al contrario de su mayor aliado en la actualidad: LA PREVENCIÓN.
A medida que paso el tiempo se fue constatando la necesidad de cuidar todos los aspectos posibles referente a los atletas (sobre todo de alto rendimiento) por lo que se empezaron a formar especialistas dedicados INTEGRAMENTE al deporte: médicos, nutricionistas, psicólogos y odontólogos. Para así todos juntos poder trabajar en un grupo multidisciplinario que potencia el rendimiento de los atletas.
Una pregunta frecuente de los atletas con los que me toca trabajar es ¿Por qué cambiaría a mi odontólogo de cabecera por uno especialista en deportes si estoy acostumbrado/a a tratarme con él? Mi respuesta es siempre la misma y asombra por la simplicidad de la misma, es que utilizo la magnífica frase que aprendí con la Dra. Clara, “no es lo mismo arreglar un fusca que un Ferrari”, y es tal cual eso. No es lo mismo tratar a un atleta de alto rendimiento, que vive todos los días al límite, tratando siempre de superarse físicamente, que usa su cuerpo como herramienta para lograr sus objetivos generando así mucho desgaste físico y emocional, que tratar a una persona con una rutina normal, que no exige a su cuerpo de la misma manera.
Foto: Acervo pessoal Bibi Torres
Hablando con una amiga que es atleta profesional, me hizo ver un detalle que se me estaba
escapando y tiene mucha lógica “la mayoría de los atletas normalmente no prestamos atención a prevenir ciertos detalles hasta que nos surge algo relacionado al tema y nos afecta en el rendimiento”. Fue entonces que entendí por dónde comenzar a hacer mi parte por la especialidad, porque creo que la higiene oral es responsabilidad de cada uno, pero la educación y sobre todo concienciación sobre las medidas preventivas y de los riesgos que genera la falta de las mismas, así como también los detalles que se mejoran al cuidar la salud bucal de los atletas es responsabilidad de nosotros, los profesionales del área.
Entendí que, si pretendemos cambiar el concepto de la sociedad, que piensa que la salud oral en atletas es únicamente la ausencia de enfermedades, los odontólogos deportivos debemos aprovechar las oportunidades de actuar sobre grupos grandes de atletas en lugar de hacerlo individualmente. Buscar la manera de ofrecer charlas educativas en clínicas deportivas, sobre todo enfocarse en niños, para que vayan creciendo teniendo en cuenta que la odontología deportiva es una herramienta amiga que los va a potenciar como atletas.
Muchas veces, los propios colegas odontólogos no saben de qué se trata la odontología deportiva, o si es una especialidad que valga la pena y existen muchos que inclusive no la recomiendan. Creo que es momento de que vayan cambiando el chip y abran la mente, ya que los odontólogos deportivos nos encargamos y estudiamos a cada atleta dentro de su propia modalidad, con las distintas características de cada deporte, nos adecuamos al tipo de entrenamiento e inclusive a sus pocos y locos horarios disponibles, entramos en cancha con ellos si es necesario. La anamnesis que realizamos es mucho más profunda y específicas que incluyen detalles como las horas de entrenamiento de cada uno.
Es muy común que la gente asocie la odontología deportiva únicamente a la elaboración y utilización de protectores bucales, siendo que es una especialidad mucho más compleja que abarca desde temas fisiológicos como la salivación hasta temas de organización como ser la rutina de entrenamiento de cada atleta.
Tratar a un atleta es bastante delicado y comprometedor, porque no es solo una persona si no que detrás de cada uno existe todo un equipo, otros profesionales trabajando, auspiciantes e inclusive países enteros que esperan los mejores resultados.
Por lo tanto, considero que es importante que los atletas cuiden de su salud de manera integral, incluyendo la salud bucal desde pequeños y es nuestro deber mantenerlos informados y hacer que esa información se transforme en experiencia, ayudándolos a cambiar hábitos e incluir medidas preventivas que posteriormente se transformen en mejores resultados.
Artigo #1 de 2020 da Série - Mulheres da Odontologia do Esporte
Autora: Bibi Torres
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